Nos han enseñado que para organizarnos mejor es muy aconsejable hacer una lista. Todo lo de la lista debe ser importante, aunque seguramente unas actividades serán más prioritarias que otras. Lo que cuenta es incluirlas todas en la lista de "Cosas por hacer", que así no nos olvidamos de ninguna.
Creo que si alguien quisiera hacerse una idea clara de cómo somos, de nuestro perfil, bastaría con leer nuestra lista. Y es que esa lista mostraría fielmente en qué ocupamos nuestro tiempo, en que gastamos nuestra vida.
Para quienes piensan que un sacerdote no tiene mucho que hacer, o que sólo se dedica a dar Misa y a meterse en la vida ajena, les comparto la lista que propone a los sacerdotes un obispo-padre, como Don Manuel:
Un cura dentro de su iglesia puede:
1.- Tener limpia su parroquia.
2.- Dar culto a hora fija.
3.- Fomentar el culto modesto y frecuente.
4.- Como medio de lo anterior, establecer el canto popular.
5.- Procurar el culto tempranero.
6.- Predicar.
7.- Enseñar el catecismo.
8.- Dar buen ejemplo.
9.- Contar con la cooperación de las hermandades.
10.- Pulimentar almas.
11.- Fomentar la piedad.
12.- Propagar la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
Y mediante todo esto la GRACIA DE DIOS atraerá aquí, preservará allí, aumentará unas veces, consolidará otras, hará bien siempre en la medida, en el tiempo y en la forma que Dios quiera y que de ordinario nosotros no conoceremos. Pero conózcase o no se conozca el fruto, queda fuera de duda que el cura no debe aburrirse dentro de su iglesia, porque puede hacer mucho."
Claro que Don Manuel les daba ésta lista a algunos padrecitos que se sentían aburridos, porque al parecer no encontraban qué hacer. Así que la lista tiene doble función: a los laicos les muestra todo lo que hace un cura y a los curas aburridos o desocupados les da buenas sugerencias para ocupar su tiempo. Con mucha caridad y sobre todo gracia.
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein, MED
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