Seguimos profundizando en la identidad de un auténtico apóstol de Jesús Sacramentado y Don Manuel nos invita a imitar el hablar, el obrar y el amar del Señor.
"¿Qué es hacer de Jesús?
Es: Hablar de Jesús como Jesús y con autoridad de Jesús instruyendo, alumbrando, atrayendo."
Y es que nuestro Maestro fascinaba con su Palabra y no porque usara grandes recursos retóricos, sino porque hablaba de lo que sabía, del amor que experimentaba cada día. No eran las suyas grandes teorías que debían convencer al auditorio por la luminosidad de sus razonamientos o lo brillante de los argumentos, sino porque eran palabras de vida. Y hablaba sin descanso, porque cuando no estaba hablando a los hombres, era porque estaba hablando con el Padre. Por eso "hacer de Jesús" significa que la predicación y la oración deben ser parte esencial de nuestra vida cotidiana. Jamás tendremos un día sin orar y sin predicar.
"Obrar con la virtud y con el estilo de Jesús, curando enfermos, resucitando muertos, consolando afligidos, levantando caídos, haciendo andar a los paralíticos, ver a los ciegos y oír a los sordos."
Y es que la Palabra del Señor iba confirmada por las obras. Hablaba del perdón y perdonaba, hablaba del amor al prójimo y curaba, consolaba, alimentaba. Estamos llamados a ser contemplativos en la acción, que será siempre asumida como expresión concreta del amor a Dios y al prójimo por Dios. Es la dimensión paternal (y muchas veces maternal) del pastor que se ocupa del rebaño, de todas sus necesidades, espirituales y corporales. De ahí que estará siempre en medio del rebaño, nunca aislado o indiferente.
"Amar por y a lo Jesús. O sea: decir y hacer todo esto por amor, sin esperar paga ni recompensa, con sacrificio hasta morir en la cruz del cansancio, del agotamiento, de la ingratitud, del martirio de sangre, poco a poco o de una vez."
Y es que si no nos desgastamos, no somos coherentes con nuestra misión. Es indescriptible la sensación del agotamiento, cuando sabes que lo has dado todo, que te has donado por completo. Y aún más emocionante es llegar a los pies del Sagrario y presentarte así al Señor. Todo por amor a Él y para su gloria.
"Un apóstol de Jesús es como un Sagrario ambulante con la puerta de par en par o con sus paredes transparentes para que así como en los de las iglesias se ve con los ojos del alma a Jesús a través de las especies sacramentales, en aquéllos se vea, se oiga y se sienta a través de las palabras, las obras, el cuerpo y el alma del apóstol."
Este es el misionero que atrae, no hacia sí mismo, sino hacia Cristo. Es como Juan el Bautista que va marcando el camino, pero que al mismo tiempo encarna al Maestro. Es vivir intensamente la "Compañía de Imitación", de la que hemos hablado previamente.
"Un apóstol es el Evangelio vivo andando por nuestras calles y plazas repitiendo y renovando sus escenas de Jesús pasando sereno y generoso por entre muchedumbres hambrientas, fariseos envidiosos, niños que aclaman, turbas que vociferan y a veces crucifican..." (Así ama Él, Beato Manuel González)
Y será así que podremos transformar el mundo, desde ese pequeño lugar que la Providencia nos confíe, allí donde el Maestro nos quiera sembrar. Cada uno de acuerdo a su misión, sacerdotes y laicos, seremos apóstoles según su Corazón, podremos "hacer de Jesús".
Hasta el Cielo.
P. César Piechestein, MED.
Como Hacer de Jesus, parte de una nueva vida, cuando tienes un pasado que puede tortutar tu presente y marcar diferencias entre lo que quieres hacer y lo que pueden llegar a pensar de ti cuando quieres empezar a hacer lo que Jesus quiere de ti??
ResponderEliminarAlguna vez en mi vida, tuve la oportunidad de tener a Jesus en mis manos y vivi un apostolado en medio de muchas dudas y disernimientos fallidos, me deje llevar por un mundo donde me decia: "no creo que sea yo quien deba hacer esto" o "con todo lo que he hecho, no soy digno de llevarte en mis manos". Pasaron muchos años y ahora me di cuenta que hay muchos apostoles en la vida que vivieron situaciones como éstas y supieron tomar la decisión correcta. Yo cometi un error, no supe como manejarlo.
Ahora tengo 33 años y mi vida me puso en una situación donde pude abrir los ojos y darme cuenta que siempre estuvo ahi, siempre me acompaño, pero fui egoista.
Es tarde para hacer las cosas que debi empezarlas hace muchos años pero que las deje posponer por temor y verguenza???? Como se puede llegar a ser Misionero Eucaristico asi??
Saludos
Fer
Estimado Fer:
ResponderEliminarRecién veo tu comentario.
La verdad es que nadie es digno de Jesús, somos todos pecadores. Sin embargo Él cuenta con nostros y nos llama a servirle.
Pídele fuerzas para vencer tus temores y afrontar tus debilidades. Y recuerda que nunca es demasiado tarde.
Tienes mi dirección electrónica si quieres conversar más.
P. César