¡Madre nuestra! ¡Una petición! : ¡Que no nos cansemos!
Sí, aunque el desaliento por el poco fruto o por la ingratitud nos asalte, aunque la flaqueza nos ablande, aunque el furor enemigo nos persiga y nos calumnie, aunque nos flaten el dinero y los auxilios humanos, aunque vinieran al suelo nuestras obras y tuviéramos que empezar de nuevo ... ¡Madre querida ... ! ¡Que no nos cansemos!
Firmes, decididos, alentados, sonrientes siempre, con los ojos del alma fijos en el Corazón de Jesús que está en el Sagrario, ocupemos nuestro puesto, el que a cada cual ha señalado Dios.
¡Nada de volver la cara atrás!
¡Nada de cruzarse de brazos!
¡Nada de estériles lamentos!
Mientras nos quede una gota de sudor o de sangre que derramar, unas monedas que repartir, un poco de energía que gastar, una palabra que decir, un aliento de nuestro corazón, un poco de fuerza en nuestras manos o en nuestros pies ... que puedan servir para dar gloria a El y a Ti y para hacer un poco de bien a nuestros hermanos ...
¡Madre mía, por última vez!
¡Morir antes que cansarnos!
Beato Manuel González
No hay comentarios:
Publicar un comentario