Nuestra misión es :"Remediar los tres abandonos más perjudiciales de un pueblo,
el de Jesús Sacramentado,
el del cura
y el de las almas."
(Beato Manuel González)

miércoles, 30 de junio de 2010

Los Misioneros Eucarísticos II

1º.- E) FRUTOS DE LA LABOR DE LOS MISIONEROS EUCARÍSTICOS DIOCESANOS:

Al año de fundación de los Misioneros Eucarísticos diocesanos, el Beato Manuel escribía: “Hace un año nos reuníamos ante el Sagrario de mi capilla un grupo de ocho o nueve Sacerdotes y yo para recibir del Pastor de los pastores la bendición, que fuera a la par aprobación y aliento de la Obra que allí mismo empezaba de los Misioneros Eucarísticos Diocesanos. Que la bendición pedida cayó sobre la Obra, bien a las claras está. ¡Bien me lo han dicho, no sus bocas, que de estas cosas no saben hablar, sino el aspecto derrotado, las caras flacas, los calzados agujereados, las voces roncas y hasta los contagios de gripe con que han vuelto unos y otros de sus excursiones!... ¡Bien por mis Misioneros! ¡Benditos de Dios sean como lo son de su prelado! Y, ¡benditos también los Párrocos que con agradecido cariño los reciben, y las Marías que preparan sus caminos, y los fieles que los escuchan y los pueblos que se van aprovechando de sus visitas! ¡Cómo se me ensancha y se llena de gratitud y de esperanza el corazón al ver como para todos los pueblos y rincones de mi Diócesis ha habido palabra y trabajo, y bendiciones y santas influencias del Misionero!... Espero, sin embargo, que las oraciones y auxilios de los buenos y la misma urgentísima necesidad de tantas pobres almas traerán el milagro que hace falta de multiplicación de Misioneros y de medios para que puedan dedicarse sólo a sus misiones y a todos los lugares que los necesitan... amo querido de todas mis obras y director de todas mis empresas, ¿verdad que sí? ”.


Diez años después de la fundación de los Misioneros, escribía: “Hoy, a los diez años de obra y pese a los estragos de la enfermedad, de la muerte y del poco número, puedo, con el corazón rebosante de gratitud y el alma de esperanza, convertir el anuncio en futuro, en consoladora afirmación en presente: ¡Cómo se van renovando con verdad nuestros pueblos por la acción eucarística!... Bendito seas, corazón de Jesús, por lo que has bendecido tu obra y por lo que seguirás bendiciéndola. Multiplica los Misioneros de tu Eucaristía y yo te aseguro que la diócesis entera estará pronto de rodillas delante de tus Sagrarios... ”


2.º- ACTUALIDAD DE LA LABOR DE LOS MISIONEROS EUCARÍSTICOS DIOCESANOS:

Evidentemente, las circunstancias de las últimas décadas en la iglesia, referentes a un progresivo descenso de las vocaciones sacerdotales, quizás podrían desalentar en el intento de volver a poner en marcha la labor de los Misioneros Eucarísticos Diocesanos.


Pero, analizando las circunstancias concretas que impulsaron al Beato Manuel, a poner en marcha ésta Obra sacerdotal, que se sitúa en perfecta línea de continuidad con el resto de la Obra por él iniciada en Huelva en 1910 (y que culminaría con la fundación del Instituto de Hermanas Marías Nazarenas –hoy “Misioneras Eucarísticas de Nazaret”- en Málaga, el año 1921); nos parece que haciendo un análisis y reflexión actual sobre la vivencia y participación del Misterio eucarístico por parte de los fieles, sobre el desarrollo y fomento de su vida espiritual, así como el servicio, cercanía, compañía y práctica de la dirección espiritual entre los sacerdotes; podemos incidir, en que la reactivación de la Obra de los Misioneros Eucarísticos Diocesanos, responde a unas necesidades que siguen latentes en la Iglesia.

Ponencia pronunciada en el Encuentro de sacerdotes asesores de la UNER, celebrada en Valencia los días 27 y 28 de Febrero de 2007
(En la foto los hermanos Wilson y Edison Chango, sacerdotes MED)

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